En una comarca donde los monumentos que adornan las plazas de los pueblos no son muy frecuentes y los pocos que hay son minúsculos como en el caso del monumento al ciervo de Bronchales o al gallo de Orihuela (quizás a imitación del Torico de la capital), nos encontramos con la agradable sorpresa de un majestuoso monumento en uno de los pueblos más desconocidos de la Sierra de Albarracín…
..dedicado a un olmo negro milenario de Toril.
Enhorabuena por vuestro monumento, torilenses. Es más bonito que cualquier obra de arte hecha por el hombre y entrañable como el poema de Machado que quizás os inspiró…
Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo
algunas hojas verdes le han salido…
Una lección de sensibilidad y gratitud por lo que ha hecho y hace la naturaleza por nosotros a pesar de lo poco que nosotros hacemos por ella.
P.S.
Un amable lector de este blog nos ha mandado el comentario que podéis ver al pie y estas fotografías del olmo cuando estaba sano y verde, y de cuando estaba seco pero en pie. Como se puede apreciar, estaba justo a la iglesia, casi en el mismo lugar donde se ha levantado el monumento.
Gracias Florencio por leernos y por tu aportación.